Hermann González

El desafiante escenario inflacionario

Por: Hermann González | Publicado: Miércoles 8 de abril de 2015 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Hermann González

Hermann González

Es claro que el Banco Central está preocupado por la evolución de la inflación y la mayor persistencia que este indicador está teniendo. Si bien hasta la encuesta de marzo las expectativas de inflación se mantienen ancladas a la meta de 3%, los datos de los últimos meses han sorprendido al alza y nuevas sorpresas en la misma dirección generan potencialmente el riesgo de un desanclaje de expectativas.


Las últimas declaraciones de los miembros del Consejo del Banco Central, así como la proyección de tasas de interés contenida en el último Informe de Política Monetaria (IPoM), ratifican la disconformidad de la autoridad con la evolución de la inflación, un fenómeno que se atribuye esencialmente a los efectos de la depreciación cambiaria.


El último episodio en que la inflación se desvió de la meta del Banco Central en un horizonte de dos años fue a inicios de 2011. Desde entonces y, a pesar de observar algunos períodos con registros de inflación interanual elevados, las expectativas de los analistas se han mantenido en 3%, lo que más que reflejar genuinas proyecciones de inflación, es un indicador de la credibilidad de la que goza el instituto emisor.


Pero más allá de los positivos antecedentes históricos que respaldan el actuar del Banco Central y su credibilidad, la coyuntura plantea importantes desafíos. Por un lado, si se cumplen las proyecciones del IPoM, en el trienio 2014-2016 la inflación promediará 4%, un punto por sobre la meta. Además, en un hecho inédito en los últimos 11 años, el IPoM de marzo proyectó que todavía a fines de 2016 la inflación superará el 3%, dando cuenta de un proceso inflacionario que no guardaría relación con los procesos vistos en más de una década y que se caracterizaría por una inusitada persistencia.


¿Cuánto ayudará este cambio de estrategia a mantener las expectativas de inflación ancladas a la meta? Es un tema de debate, pero todo indica que proyectar una inflación incluso por sobre la esperada por el consenso de mercado, no va en la dirección correcta. Los resultados solo los conoceremos una vez que se publiquen las próximas encuestas de expectativas económicas.


Por otra parte, a diferencia de lo ocurrido en 2011, la política fiscal no podrá contribuir al objetivo del Banco Central de devolver la inflación al 3% y contener las expectativas inflacionarias. En efecto, vale la pena recordar que en marzo de 2011, cuando se observaba un incipiente desanclaje de las expectativas inflacionarias, el Ministerio de Hacienda anunció una reducción del gasto público por US$ 750-US$ 800 millones, concentrado en gasto corriente y con el claro objetivo de contribuir a la reducción de las presiones inflacionarias. Sin embargo, la situación cíclica de la economía hoy es muy diferente y el gasto fiscal está contribuyendo a contrarrestar el fuerte ajuste experimentado por los componentes privados de la demanda.

Esta política ha tenido los efectos deseados según se desprende de las cifras de actividad de los últimos meses, que han mejorado a la par de la mayor ejecución del Presupuesto y, por lo tanto, no esperamos ver cambios en ella en los próximos 24 meses.

Lo más leído